lunes, 11 de julio de 2011

Borges y yo

Hoy sos el fundamento de mi realidad, la fracción perfecta de mis ideas, el soporte físico de mis fantasías. Aquello que originalmente es NADA, se convierte en TODO a través de tus palabras. Me has hecho sentir por única vez qué vaina es eso de ser autor… y vos, sólo vos, lograrás reiterar tu accionar (y el mío). Quien pregunte acerca de aquella idea del azar, míreme a los ojos: yo levanto la mano. YO CREO EN EL AZAR. En mi vida los hitos son azarosos… afortunadamente, quizás. Quizás seas vos el que regula su paso desde algún lugar de algún más allá… No lo se. Solo sé que en el instante que viví junto a vos, no había dudas ni resignaciones. Quizás me premiaste por intentar a pesar de la derrota, quizás viste algo en mí, pero yo no dudo de tu presencia en este mundo… ni en cualquier otro. En estos momentos puedo afirmar que COMPRENDO, comprendo absolutamente todo; y principalmente comprendo por qué una vez (y por azar, además de por un evidente sentimiento) te llamé mi Maestro.